Te dedico un verso
en tiempos de prosa,
cuando nadie escribe de amores
y solo resuenan malos sones.
En un mundo vacío,
sin retos, ni estrofas,
se asoman mis versos
y te alcanzan con sentimiento.
Versos, testigos de un amor
que fue ayer, para ser hoy.
Se regocijan silenciosos en nuestro
lecho de besos perpetuos.
Te dedico un verso
que dibuja el mundo en colores.
Un verso para recordarte
que la vida es rima, no llanto.
Un verso certero, sencillo y honesto,
que abrigue tus noches y alegre tus días.
Un verso frecuente que guarde entre letras
la historia perpetua de cada caricia.
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