Si mañana no hay más nosotros, si el futuro no conserva para los dos un espacio, un encuentro…
Quiero que hoy el mundo sepa que hay dos seres que se quieren con la dulzura que profesa el alma del uno hacia el otro, que se extrañan con el fervor de los recuerdos y el deseo de lo que puede ser, que se desean con la pasión de dos cuerpos que se encienden fundiéndose en aquellos besos, y que se aman con la locura de un sentimiento total.
Si no me permitiera la vida esa soñada oportunidad de ser quien te quiere y te cuide, quiero cuidar de ti hoy, brindarte la seguridad y la fe que ese Dios que nos unió me da hoy, en que “todo va a estar bien”, quiero quererte hoy sin importar las limitantes.
Si resulta que no tengamos un mañana, si nuestra futura felicidad resulta no ser juntos, si cometemos errores y terminamos alejándonos o simplemente resulta que no sobrevivimos al tiempo.
Sólo deseo que quede una prueba para el mundo de que te ame a ti como a nadie más, que te desee a mi lado cada noche que debí decirte “te amo” en la distancia, que fueron tardes y noches ideando la nueva sorpresa para robarte una sonrisa y al menos imaginarla en tus labios al recibir un regalo.
Es justo que se enteren que aprendimos juntos que el amor no es un cuento de hadas, que no esta compuesto de eterna felicidad, que no tiene nada que ver con la complementación mutua ni el constante acercamiento sexual y mucho menos con la posesión del uno hacia el otro, sino por el contrario, que la magia que une a dos personas es la aceptación del uno hacia el otro, así como el aprendizaje y crecimiento que esto permite en cada espíritu.
Sin importar lo que ocurra mañana, es justo a nuestros corazones que hoy tengan esta prueba de que es real, verdadero y que lo vale para ambos.
Prueba de que dos personas, bastante diferentes la una de la otra, se han amado y han estado dispuestos a luchar, a esperar y ser incondicionales.
Una tangible prueba que el mundo, tu y yo merecemos tener.
Escrito en Abril del 2011.
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