Tiempo corriendo,
pasado enterrado
y futuro incierto,
obsequios todos
de una vida imperfecta,
en la que el reloj
nos arrastra triunfante,
como cazador a su presa.
Por rincones sinuosos
y caminos perdidos,
como ciegos felices
andamos ese recorrido,
con la certeza única de ser,
y de llegar a algún sitio,
mas será un destino
siempre desconocido.
Y si conquistamos
algún tramo de camino,
nos desviará por senderos
de alto recorrido,
donde te aferras solo
al amor, un amigo,
y un verso certero
que pares en el camino.
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