Con las vestiduras rasgadas
por los latigazos de tu silencio.
Con la cabellera opaca de mentiras,
sin protección al viento de dolor.
Lastimada de abandono,
olvidada en la distancia de un recuerdo.
Pisoteada de ser ignorada,
empapada en las palabras que no dices.
Herida por la dudas que no aclaras,
sangrando del futuro que no existirá.
Sucia de confusión continua,
enredada en mis celos sin motivo.
Plantando la semilla de una confianza
que no riegas y tapas del sol.
Incapaz de dar un paso más hacia ti,
fatigada de ser esa muñeca rota.
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