Me aferro a los recuerdo
mientras abrazo mis deseos.
Acaricio tus palabras lanzando
las mías al viento y a tu oído lejano.
Beso cada amanecer
abrazada a tu pecho,
multiplicando cada caricia
por momentos futuros.
Leo entre líneas no visibles las señales
que me dejan en el mismo lugar.
Escribo metáforas sin rima
y despierto pensando en ti.
Respiro mi pasión inquieta,
enjaulada en la celda de tu ausencia.
Me ahogo en el futuro “tal vez”
mientras sujeto mi estabilidad.
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