Esperaria mil eternidades
con la promesa de besarte otra vez.
Cambiaria un universo entero
por la sola posibilidad de abrazarte más.
Atravesaria aventurera aquel agujero negro,
con la seguridad de encontrarte al final.
Escribiria el capitulo de un libro cada día,
cuyo final sería nuestro reencuentro.
Bucearia aquel agujero azul, segura de encontrarte
en el fondo, oculto como mi cofre del tesoro.
Y es que no existe en mi corazón, mi aguila en libertad,
un día para olvidarte, un lugar para abandonarte
ni un sentimiento para despreciarte.
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