Deja de preguntarte ¿por qué?, y empieza a preguntarte ¿Por qué no?.
¿Por qué no retomar ese reto que dejaste a medias en alguna parte de tu carrera? ¿Por qué no volver a leer ese libro que te cambió la vida? ¿Por qué no volver a escribir esos versos que nadie más lee pero que te enamoran? ¿Por qué no? ¿Por qué no cambiar? ¿Por qué no llegar, en lugar de esperar? ¿Por qué no?
Vuelve a encerrarte en tu cuarto con música a alto volumen, vuelve a llorar con esa película que te sabes de memoria, vuelve a escribir y a dibujar esos trazos que solías convertir en hermosos paisajes y que olvidaste en algún momento, vuelve a encontrar eso que la gente te obligo a abandonar, pero que es parte de ti sin que te enteres.
Nadie mas importa, solo tu, cuando te preguntes ¿por qué no? olvida todo lo que no seas tú, es el momento de egoísmo que te mereces, porque tu hijo crecerá y se marchara, igual que lo hiciste tu y tus padres antes de ti, y los hijos no sabemos agradecer, porque no vemos todo lo que hay que agradecer, nuestro panorama es otro. Nunca agradecemos porque nos enseñaron que el amor es sacrificio y que tus sacrificios son una parte inevitablemente olvidada, como un efecto colateral. Pero eso no es verdad, así que deja que tu hijo crezca en la verdad y que te vea ser quien eres, y no una caricatura de la sociedad.
Pide esas vacaciones que te mereces porque ningún trabajo te devuelve la vida que le dedicas en días y años, así que olvídate de esa obligación falsa y recuerda tu obligación para contigo.
Ten el coraje de ir donde sabes que debes estar, ya que quienes te quieren te esperaran, y quienes no, te dejaran el camino al fin libre.
Que tu familia no te ate, ya que nadie es indispensable en esta vida, ellos podrán vivir sin ti, pero no podrán responder a tu amargura cuando recuerdes que no eres lo que quisiste por estar con ellos, en ese rincón perfecto.
Olvídate de lo que eras para que no cargues con excesos, vive lo que eres hoy y no dejes tu vida pendiente, porque “mañana” es una palabra y nada más.
Comments (2)
Lo comparto plenamente. ¿Y por qué no empezar de nuevo?
No existe una respuesta lo suficientemente valida a esa pregunta cuando te dispones a hacerte cargo de tu vida.