Perdona a mis versos el pecado de no expresar
nuestro amor entre líneas, mis suspiros enamorados
deambulan atrapados en el renacer de mi misma
y mis versos te aman en perpetuo silencio.
Perdóname por no ser la chica que dejaste
aquella mañana en nuestro desencuentro,
mucho de ella acabo entre la amargura y el renacer,
restando de ella sólo este inmenso amor eterno.
Perdona a mi inspiración su manifestación
física, por el afán de alcanzar al arte más sutil,
la creatividad es una caricia a mi alma
y mi pequeño trofeo en el dolor.
Perdona al olvido por no alcanzarnos,
y a la distancia por no acercarnos,
al orgullo por alimentarnos, y al tiempo
por no perdonarnos.
Perdona a la tormenta que arrastró
lo más hermoso de nuestros sueños.
Perdóname por no ser la misma, y aún así
amarte en la distancia y el silencio.
Comments (2)
Qué hermoso poema! Todo un placer pasar por esta humilde bitácora llena siempre de sentimientos. Me encanta tu blog! Saludos! 🙂
Bonito poema!!! me ha gustado mucho!! Saludos!!!