Besé tu alma y desperté tu pasión,
acaricie tus caricias humedas
y cobije tu deseo con mi locura
de amante insaciable.
El tiempo se resumió en un momento
y el espacio a nosotros, mientras tus manos
rozaron mi corazón y robaron el suspiro
que nunca volverá a mi alma.
Fueron tus labios los que tatuaron
el placer en la blancura de mi piel,
y el rubor en mi alma el que consumio
la cordura de mi ser ya excitado.
La locura de tu piel ardiente
sedujo al beso que puse en tus labios,
y fue mi cintura la que se pego a tu cuerpo
mientras tus manos enamoraban mi deseo.
Tu sublime mirada brillaba con el fuego
y tu sonrisa nombraba al éxtasis llegar,
mientras entregaba en gemidos el ritmico
movimiento del amor en ejercicio.
Deja un comentario