Tú, caballero de promesas rotas,
tú, el verso de rimas apagadas,
tú que has dejado caer una brisa
al alma que te dio un mar.
Le pides tiempo al corazón
que olvidó el término de las horas
desde que entregó sus fuerzas,
le pides tiempo al tren que no para.
Tú que has elegido sacrificar tus promesas
por no caminar a la aventura de intentar,
has dejado a un guerrero solo,
en una batalla que era de dos.
Tu que pintaste en mi alma
un futuro que fue nuestro,
ahora abandonas tu lienzo
junto a la obra de arte.
Escultor de musas con llanto,
ángel de alas que no vuelan,
caminante sin camino,
guerrero que lucha y no arriesga.
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