Fríos vientos con olor a lluvia
arrastran y cargan pesados recuerdos,
momentos que fueron y no serán,
tu compañía congelada y estática.
Dulce miel atrapada en el tiempo,
placentero rubor dividido en la distancia.
Frías noches anhelan hoy el tibio sudor
que desprenden tu cuerpo y el mio.
Melancolía que no duerme,
pasión que tortura,
tus palabras y las mías que intentan
alcanzarse igual que nuestras caricias.
Amor que no cede y anhelos que no mueren,
mi cuerpo que te desea y mi corazón que te espera.
Noches que navegan en el pasado y mañanas que sueñan
con un espacio en el tiempo para nuestro reencuentro.
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