El sueño de mi casa propia se hizo realidad
Nuestros momentos de anhelo sosteniéndonos las manos son ahora una acogedora casa en una preciosa comunidad. Oficialmente somos propietarios de nuestra primera casa. Esta es mi historia.
La decisión
Hace aproximadamente 8 años mi esposo y yo comenzamos con una idea que paso a ser deseo: comprar nuestra casa propia; poco a poco se convirtió en un sueño.
Alquilábamos una pequeña casa cuando éramos solo nosotros dos y nuestros gatos. Alquilar era cómodo y ciertamente más barato. Pero tenía las limitaciones de residir en una propiedad que no se ajustaba realmente a nuestra visión. Nos importa mucho la comodidad.
Esta decisión no es para todos. Y eso lo quiero recalcar. Está perfecto alquilar y poder decidir dónde vives según tus necesidades, sobre todo si priorizas más la localidad de tu trabajo y el poder moverte con libertad. No hay una forma correcta de vivir, todos debemos poder elegir lo que nos viene bien y nos da paz.
Pero de esos viajes y mudanzas nosotros estamos cansados. Yo me he mudado 14 veces en toda mi vida. He cambiado de comunidades, escuelas, trabajos y país tantas veces que lo único que quiero en tener un lugar propio en el que construir el futuro que quiero para mi familia.
Quiero un lugar que sea testigo de mi desarrollo y del crecimiento de mi hija; que podamos verlo con los años y pensar que todo pasó aquí mismo, entre estas mismas paredes.
Es algo que añoras cuando los recuerdos de tu infancia y tus momentos de felicidad quedaron en hogares a los que no puedes volver.
En aquel momento el mercado de bienes raíces en Nicaragua no era precisamente competitivo, las opciones eran pocas y terminamos por posponerlo. Cuando Amanda llegó las cosas cambiaron; es algo que nos cambió la perspectiva. Nuestras decisiones ya no nos afectarían solo a nosotros.
Emigramos y nos instalamos en este hermoso país con un objetivo: crear para ella un hogar lleno de amor. Desde entonces nuestras acciones y cada decisión ha tenido esto como centro.
Luego de vivir unos años alquilando una casa preciosa en una comunidad que nos encantaba, la propietaria retomo un proyecto con la propiedad y debimos desocuparla. Entonces nos vimos los siguientes años pasando de casa en casa y de comunidad en comunidad con nuestra pequeña.
El sueño volvió, pero esta vez fue nuestra prioridad.
Hoy ese sueño nacido, olvidado y retomado es realidad.
Si quieres conocer los pormenores del proceso de selección de la propiedad, trámies y gestión puedes leer este post que le dedique a nuestra experiencia y los trámites que hicimos paso a paso.
Mi debilidad
Debo confesarte que al principio mi esposo lideró el proceso porque a mí me costaba creer que fuera algo posible; mi mentalidad pobre me decía que no estaba a mi alcance y no merecía la pena hacerse ilusiones para luego recibir ese golpe de desilusión.
Pero aprendí que sí que vale la pena visualizar lo que quieres para tu vida e ir a por ello un paso a la vez.
Permitirte pensar que no sos digna de lo que quieres es sepultarte en vida para siempre.
Cuando nos dieron los primeros aprobados de los bancos comencé a soñar y tome las riendas de mi actitud para poner toda nuestra energía en ese objetivo.
Visualiza, persigue y no pares hasta alcanzarlo realizado.
Creo que permitirte pensar que no sos digna de lo que quieres es sepultarte en vida para siempre. Esto lo he aprendido de personas reflejo como mi esposo y mis amigas más cercanas.
Cuando le dices a tu mente “ven, vamos a hacerlo posible” tu mente empieza a trabajar para ello sin parar. Hoy no solo tengo una casa propia, también tengo una mentalidad diferente y una fuerza que había olvidado que tenía.
Aunque el proceso de las mejoras iniciales genera mucha ansiedad porque retrasa la mudanza, incluso el poder trabajar en esas mejoras me da tanta satisfacción y felicidad que lo hace una experiencia única y una gran historia para contarte.
Mientras escribo este post escucho Dream Chasers de Future World Music
Pdta: Te invito a adentrarte en esos proyectos a los que sueles huir por miedo al fracaso.
Si no andas el camino del fracaso a veces, tu vida quizá no empeore, pero de seguro tampoco mejora. Nunca pasara nada, nunca sabrás hasta donde podrías haber llegado.
Si te da miedo enfrentarlo, asegúrate de tener compañía, aliados, cómplices de los que abrazarte cuando se ponga difícil.
De momento en Vibra Creativa tienes un espacio seguro en el que contar tu historia y hacer comunidad positiva.
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Hasta la próxima.
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