Nos alcanzo Abril
con sus fríos vientos,
amenazando la estabilidad
de un presente en crecimiento.
Se asoman los aniversarios incumplidos
y los recuerdos inagotables,
se suman con los quizas perdidos
y los que aún torturan.
Regresa la sombra de aquel primer beso,
la caricia de aquel abrazo,
el susurro de aquel “quiero estar contigo”
y la sensación de nuestra primera vez.
Vuelve con estos fríos vientos el recuerdo
de una promesa cuyo momento no ha llegado,
el deseo de que llegue ese instante para atar dos cuerpos
y en el inagotable presente consumirse en un beso…
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