Un día aprenderás que esta vida es muy cruel
para andarla buscando enemistades,
que esta vida es muy injusta para
crear enemigos imaginarios.
Un día comprenderás que esta vida
es muy pesada para buscar más cargas,
que el peso de un resentimiento es duro
como el cemento, e innecesario como el rencor.
Un día vas a entender que el perdón
también es un milagro, no un favor,
y que cura más a quien lo brinda
que a aquel que lo recibe.
Porque aquel que lo recibe aún
debe aprender a vivir con sus demonios,
y ese ya no será tu problema,
pero quizá ese día aprendas a perdonar.
Un día la vida mostrará su lado oscuro,
un día ni el sol te sonreirá,
y ese día necesitarás amor, perdón,
ese día ningún rencor te servirá.
Un día aprenderás a alejar aquello
que no te suma, perdonar aquello
que te rompió y aprenderás
que curar tu alma será tu mejor virtud.
Ese día podrás amar sin miedos,
caminar sin cargas, respirar sin pesos,
podrás perdonar fácilmente
y la vida será mejor porque tú serás mejor.
Imagen de Pixabay
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