En el contexto en el que vivimos se ha puesto muy de moda el tema de las mascarillas de protección, un artículo que hace pocos meses abundaba en las farmacias, y si te atrevías a portar uno andando por la calle la gente te miraba raro, se te reían o te llamaban ridículo.
Hoy es todo lo contrario, pero existe toda una discusión en torno al uso adecuado o necesario de esta herramienta.
En mi corto (pero sustancioso) recorrido en el tema de atención pre- hospitalaria aprendí el uso de la mascarilla como algo indispensable y más que necesario. Pero cierto es, que no es cualquier mascarilla la que debemos utilizar.
La organización mundial de la salud ha brindado claras indicaciones sobre el uso de las mascarillas, que cada quien ha interpretado de la manera que mejor le viene, pero acá te las dejaré para que no te vayan con cuentos.
De la mascarilla N95 existen diversas presentaciones, y esta mascarilla esta diseñada para filtrar las partículas del aíre, se usa en el área de la salud en entornos expuestos, además en trabajos de construcción, metalurgia, recolección de basura entre otras, pero la indicación principal que debemos tomar en cuenta es que la recomendación de uso en el contexto del COVID 19, es exclusivo para personal medico, y en esto la OMS ha sido insistente, ya que estas mascarillas son escasas y el personal de salud esta expuesto constantemente, a esto se suma que el uso de estas mascarillas se recomienda por ocho horas, y en muchos países se ven obligados a reutilizarlas (una mala practica) por falta del instrumento de protección.
Luego tenemos la llamada mascarilla quirúrgica, que dicho sea de paso se encuentra en el mercado a precios más bajos en comparación con la N95. Esta mascarilla básicamente va a evitar que partículas de fluidos corporales de la boca y la nariz salgan de la mascarilla hacía el exterior, evitando que éste contagie a otros, así mismo al tapar la nariz y la boca evita que el portador se toque el rostro después de tocar superficies contaminadas.
Sobre esta mascarilla la orientación de la Organización Mundial de la Salud es:
- Si está usted sano, solo necesita llevar mascarilla si atiende a alguien en quien se sospeche la infección por el 2019-nCoV.
- Lleve también mascarilla si tiene tos o estornudos.
- Las mascarillas solo son eficaces si se combinan con el lavado frecuente de manos con una solución hidroalcohólica o con agua y jabón.
- Si necesita llevar una mascarilla, aprenda a usarla y eliminarla correctamente.
Y sobre el uso correcto de la misma se indica lo siguiente:
- Antes de ponerse una mascarilla, lávese las manos con un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón.
- Cúbrase la boca y la nariz con la mascarilla y asegúrese de que no haya espacios entre su cara y la máscara.
- Evite tocar la mascarilla mientras la usa; si lo hace, lávese las manos con un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón.
- Cámbiese de mascarilla tan pronto como esté húmeda y no reutilice las mascarillas de un solo uso.
- Para quitarse la mascarilla: quítesela por detrás (no toque la parte delantera de la mascarilla); deséchela inmediatamente en un recipiente cerrado; y lávese las manos con un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón.
En lo personal la medida me parece sensata, y un tema de educación, si tu te sientes enfermo, debes usar la mascarilla, si trabajas en ambientes expuestos, debes usar mascarilla. Y a esto debes acompañar un exhaustivo y rutinario lavado de manos, lo que debe ser costumbre.
De las mascarillas personalizadas de materiales como telas, o no esterilizados no tengo información de su eficacia y no me atrevería a recomendarlas.
¿Tú has tenido alguna experiencia con el tema del uso correcto de las mascarillas? Déjame tus comentarios.
Curiosidades
*En Japón siempre ha sido costumbre usar mascarilla cuando están agripados, es perfectamente común y parte de la educación base en su cultura.
*En el siglo XIX era absolutamente insultante pretender que los médicos se lavaran las manos. Las tasas de mortalidad por infecciones eran gigantes y cuando el medico húngaro Ignaz Semmelweis, en 1840 propuso el sistema de lavado de manos para reducir las tasas de mortalidad en las salas de maternidad, fue descalificado, años después falleció precisamente a causa de una infección quirúrgica.
Ya que nosotros hoy en día tenemos la oportunidad, lavate las manos, ¿ya lo hiciste hoy? Ve ahora mismo.
Fuentes:
https://www.who.int/
https://www.bbc.com/
Crédito de imagines: pixabay.com
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