Insolentes los versos
me arrebatan el sueño,
para bailar en la mente
que los sigue y se pierde.
Me traen memorias
de sueños pendientes,
y caminos cerrados
que quedaron olvidados.
No cuentan historias
solo suenan en la memoria,
para perder a la noche
que pasa sin victorias.
Se llevan las horas
que busco en descanso,
para pedirle a Morfeo
que me lleve de este estruendo.
Mas solo se niegan
a dormir en mi mente,
pues son el refugio
del miedo creciente.
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