-Ha de ser un dolor reciente el que le aqueja, ¿o no?
-Ciertamente, así es, tan reciente que aún hay brasas candentes hiriéndome la piel.
-Te llamaría brujo si no supiera que el mencionado mal es lo más común entre el ser humano… ¿Por qué nos tenemos que enamorar? Es ridículo, a fin de cuentas un día terminará… ¿Por qué?
-Me parece que si no viviéramos tal sentimiento y tan grande placer, incluso la vida eterna sería ridícula.
-(Suspiro)… Sabias palabras las tuyas pero, ¿Sabes qué? No aminoran en nada el sufrimiento de nadie.
– Ciertamente, pocas veces tiene tal efecto en situaciones como la suya.
Valentina deja de juguetear con su trago y lo absorbe todo sin titubear para de inmediato servir el siguiente de la botella de etiqueta negra que esta de centro de mesa.
-Es un buen hombre, ¿sabes?, él es muy buen hombre, ni siquiera puedo injuriar en su contra, odiarlo con fuerza… No puedo hacer eso, él es un buen chico…- Entonces tomo el trago que acababa de servir, pero esta vez, Martin tenía lista la botella para servir el siguiente, y así lo hizo. – El amor es el culpable, no debe asomarse por ningún sitio y dejar su magia si no va a permanecer… O quizá no lo pudimos mantener lo suficiente de nuestro lado…
-No me parece que hayan culpables en tal situación, señorita.
-Él dijo eso, que no hay culpables, pero ¿sabes?, algo tuvo que ocurrir…
-No debe pensar más en eso,-la interrumpió Martin- pierde precioso tiempo de su estancia en este mundo, sufriendo por un tropiezo con una piedra, tendrá tropiezos mayores, e incluso montañas por delante.
-Wow… ¿Es eso una amenaza?- dijo Valentina con sarcasmo y lanzó una risa ligera.
-Veo que tiene sentido del humor, ría, así saca energía. Cuando algo se va de su lado es porque no era para usted, pero recuerde, que si algo bueno se va de nuestras vidas, es porque algo mejor vendrá. Viva con entusiasmo, sonría…
Martin era un compañero de Valentina en la universidad, apenas se habian tomado confianza en los últimos dos años y él hace unas semanas había muerto en un terrible accidente. Lo extraño era que después de su muerte Valentina descubrió que Martin la había amado por mucho tiempo y había estado dispuesto a declarar sus sentimientos poco antes del accidente.
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